miércoles, 8 de julio de 2015

LA CLAVE DEL ÉXITO EDUCATIVO: ACTUAR

     Este es el resumen más sencillo y más claro que se nos ha ocurrido para condensar lo que significa tener éxito en esta ardua tarea que es la educación: hay que actuar, hay que hacer. Y esta clave vale tanto para los padres, como para los profesores y los estudiantes; no solo eso, la podríamos hacer extensiva a los centros, las instituciones y la sociedad entera.
     Os estaréis preguntando: "Pero, ¿qué hay que hacer?". Creemos que sobre esos temas habrá que reflexionar, discutir, leer, estudiar, pensar cómo se aplica... Y mientras ocurre todo esto, ¿qué? Somos padres que tienen que atender a sus hijos, profesores que han de dar respuestas a los alumnos, estudiantes que van a ser evaluados.
     En este blog encontraréis propuestas, meditaciones, ofrecimientos que os pueden ayudar a decidir cómo actuar en la tarea educativa desde el lugar que corresponde a cada uno. Sin embargo, hay que ser conscientes de que el cómo viene después.
     ¿Qué queremos decir con esto? Sencillamente, lo primero es decidirnos a actuar. A veces no sabemos cómo va a salirnos bien, o nos sentimos incapaces de dar respuesta a un reto educativo nuevo que tenemos delante. En la mayor parte de esas situaciones, aprenderemos cuál es la mejor manera de hacer algo mientras lo hacemos. ¿Cómo descubrimos cuál es la mejor manera de estudiar para cada uno de nosotros? Estudiando, probando distintas técnicas, planificaciones, momentos del día. Así con todo. Los profesores probamos distintas estrategias de enseñanza para los alumnos hasta que damos con la que mejor nos funciona, y la cambiaremos si deja de funcionar con alumnos distintos. Lo mismo nos ocurre a los padres con los hijos.
     Por tanto, se trata de hacer, hacer, hacer. Nos equivocaremos una y mil veces, afortunados nosotros, porque de cada uno de esos errores aprenderemos algo valioso. Ello no significa que actuemos a lo loco, sino que las reflexiones no nos tienen que parar. No significa que no tengamos que seguir formándonos, leyendo, preguntando, colaborando con otros, ya que, todo esto, nos ayudará a ganar tiempo, ver las cosas desde distintas perspectivas para enriquecer nuestras actuaciones.
     Nosotros hacemos: educamos, enseñamos, instruimos, aprendemos. Está claro que "cada maestrillo tiene su librillo". Los métodos que nos funcionan los mantendremos e, incluso, los compartiremos; los que no, los mejoraremos, cambiaremos o desecharemos.
     Correremos el riesgo de parecer un poco frikis con el ejemplo que hemos escogido para ilustrar lo que queremos decir:



No hay comentarios:

Publicar un comentario