domingo, 24 de abril de 2016

10 IDEAS QUE INSPIRAN, PARA PADRES DE ADOLESCENTES

     Tener un adolescente en casa suele ser un generador de nuevas situaciones que, a menudo, generan conflictos en las familias. Lo primero que cabe señalar es que el conflicto es consustancial a la convivencia, de nada vale demonizarlo, sino afrontarlo y solucionarlo. No importa cuántos conflictos surjan, lo que importa es encontrar una solución válida para cada uno de ellos.
     Aun así, unos padres se pueden sentir desbordados, confusos, en muchas ocasiones. Es por ello que proponemos aquí algunas ideas para inspirar vuestras respuestas a las situaciones con las que os enfrentáis día a día:

  1. Ser. Aunque hay muchas cosas que no puedes controlar de la vida de tus hijos, sí puedes actuar sobre la tuya propia; si tu hijo percibe en ti ciertas actitudes, un deseo constante de mejora y aprendizaje, serás su ejemplo. Los hijos nos aprenden.
  2. Proponer. Ofrecer opciones que consideres válidas, sin imponer. No es necesario que estén de acuerdo con todo ni que se apunten a todos los planes que te parecen estupendos. Tus propuestas pueden servir para iniciar un diálogo en el que tu hijo te explique lo que prefiere.
  3. Comunicarse de manera afectiva. Implica escuchar de verdad para que la otra persona se sienta valorada y comprendida aun cuando no compartáis la misma visión de las cosas. Se descubren muchos puntos comunes. No olvides que tu experiencia vital puede servirle a él y hacer que te vea desde una perspectiva más cercana.
  4. No juzgar. Si tu hijo se abre a ti, aprovecha, le puedes dar tu punto de vista, pero intenta no convertir vuestros diálogos en juicios. Recuerda que los gustos cambian, las opiniones evolucionan y los aprendizajes se van integrando poco a poco. Permite que el adolescente vaya descubriendo.
  5. Dejar elegir. Negociar, imponer lo menos posible. Esto no significa que no tenga que haber unos límites -de hecho, a pesar de que se rebelan contra ellos, siempre se sienten más seguros cuando conocen esos límites-, sino que estos tienen que estar claros, en la medida de lo posible, consensuados y las consecuencias establecidas lo más pegadas a lo natural que se pueda. Si ellos han elegido, se tendrán que ser consecuentes.
  6. Confiar en ellos. No hay que evitar el error a toda consta, porque es parte del aprendizaje. Es también la manera de fomentar la responsabilidad. Además, si ven que confías, ellos también confiarán en ti.
  7. Conectar con el adolescente que fuiste. No se trata de convertirte en uno de ellos y dejar tu papel de padre, sino de empatizar y, con perspectiva, ver la evolución de tu propia vida.
  8. No entrar en competición. Si no hay que olvidar quién es el adulto, es también para evitar entrar en un bucle a ver quién puede más. Si enseño intransigencia, el adolescente será intransigente. A veces, aunque quieran, no saben volver atrás.
  9. Descubrir lo positivo de la adolescencia. Esta etapa se suele presentar como un momento negativo que hay que pasar rápido. Ellos, sin embargo, están construyendo su personalidad y hacerlo desde esa negación les puede entristecer aún más. Hay que darse cuenta de que la adolescencia también es una etapa de descubrimiento y de aprendizaje, de construcción e investigación, apela a su curiosidad e invítale a que tome las riendas con entusiasmo.
  10. Ser creativos. Cada persona es un mundo, las fórmulas que sirven para unos no sirven para otros. Observa atentamente a tu hijo y toma decisiones especiales.