Si nuestros alumnos o hijos todavía no han confeccionado una planificación semanal para el curso, quizá ya va siendo hora de animarles a hacerlo. Ahora ya han empezado las extraescolares y ya van apareciendo los primeros parciales, controles, pruebas del trimestre que, a veces, les pillan despistados. Para evitar ir "apagando fuegos" es importante crear una buena planificación.
Los neurólogos (Tirapu et alii) consideran la planificación y organización de metas una de las ocho funciones ejecutivas básicas de nuestra mente. Para conseguir cualquier objetivo es fundamental tener una buena planificación.
VENTAJAS DE PLANIFICAR EL ESTUDIO:
- Se hacen explícitos los objetivos que se persiguen y se organizan, es decir, se prioriza.
- Se genera una rutina que aporta seguridad a los niños y adolescentes.
- La rutina crea hábito de estudio. Un hábito es una segunda naturaleza, por lo que las capacidades que un estudiante creía no poseer por sus características personales, se pueden adquirir a fuerza de empeñarse.
- Fomenta la responsabilidad y la autonomía.
- Cuando está bien planteada es motivadora porque no solo se reflejan en la planificación las actividades de estudio, sino también sus extraescolares o su tiempo de ocio dedicado a aquello que más les gusta. Saben que cuando acaben uno de los trabajos obligatorios-cumplan uno de sus objetivos- pueden dedicarse a lo que elijan.
- Plantearse objetivos y cumplirlos mejora la autoestima. Este hecho produce un efecto en espiral en el aprendizaje: cuanto más se aprende más crece la autoestima, cuanto más crece la autoestima más se aprende.
- Se convierten en observadores de su evolución -metacognición- y aprenden a organizarse en función de sus necesidades.
- Llevar al día el estudio reduce el estrés y evita bloqueos y conflictos.
- El estudiante se convierte en proactivo. Es capaz de anticipar los problemas que se le van a plantear y buscar soluciones.
¿Cómo podemos ayudar a que los estudiantes realicen una buena planificación?
- La planificación debe ser personal e intransferible, con lo cual, cada estudiante debe realizar la suya, no la podemos hacer por ellos. Nosotros solo podemos animarlos a hacerla bien, explicarles sus ventajas, sentarnos con ellos y ayudarlos.
- Para motivarlos a confeccionar su planificación y que no la vean como otra tarea aburrida podemos proponerles que elijan el formato que prefieran, el lugar donde la van a ubicar, si la van a adornar, si quieren que nuestra ayuda...
- Si ayudamos o supervisamos, no podemos intervenir demasiado puesto que ellos son los que tienen que planificarse y comprometerse con su organización y prioridades. Podemos hacer sugerencias de mejora pero han de saber que la última decisión es suya. Pueden hacer la planificación como quieran, pero han de cumplirla.
- Se ha de tener en cuenta la edad del estudiante y el estilo de aprendizaje. Un niño de 7 años no se puede plantear pasarse cuatro horas seguidas estudiando al día, pero tampoco es realista que lo haga un estudiante de más edad con dificultades de atención, por ejemplo.
- La planificación ha de ser flexible; si no funciona, se modifica.
- También debe ser realista y reflejar, como ya hemos dicho, todas las tareas o actividades que no tengan que ver con el estudio propiamente dicho. Los objetivos de los estudiantes no son solamente aprobar una asignatura, sacar el curso o terminar una carrera, sino que tienen otras aficiones y facetas que han de cuidar porque les completan.
- Si encuentran dificultades para plasmar una planificación a priori, les podemos sugerir que dejen un tiempo para "¿Qué he aprendido hoy?", "¿Qué tareas tengo que hacer?" y "¿Sobre qué me hablarán mañana?". Son espacios de tiempo básicos para repasar lo visto, hacer los ejercicios o trabajos que les han mandado en clase y hacerse una idea de lo que van a trabajar el día siguiente.
- En cuanto a los formatos de planificación, algunos estudiantes prefieren confeccionar ellos mismos sus cuadrantes y decorarlos a su gusto, o no.
- Se
puede utilizar un folio, papel cuadriculado, una cartulina o utilizar
algún programa de ordenador.
- Utilizar
diferentes colores puede servir para distinguir actividades al primer
golpe de vista.
- También
pueden optar por iconos que dibujen ellos mismos o que peguen.
- Es
interesante dejar espacio para imprevistos o colgar de la planificación
un taco de notas autoadhesivas de colores para incluirlos.
- Por
supuesto, les podemos dar todo tipo de ideas que se nos ocurran como que
escriban frases motivadoras o que copien citas que les gusten para
aumentar el atractivo de la planificación.
- Si el
estudiante no tiene ganas de realizar este trabajo, puede comprar
cuadrantes preparados o hacer una búsqueda simple en Internet e
imprimirse la que más le convenga.
Podéis tener una visión más general sobre la motivación para el estudio y el aprovechamiento del tiempo en una entrada anterior de este blog: "Así ayudamos a nuestros hijos a estudiar".
Las posibilidades son múltiples. ¿Nos cuentas tus estrategias?