domingo, 23 de abril de 2017

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

     Si los conflictos son connaturales al ser humano. Si -como muchas otras cosas que nos pueden resultar incómodas e indeseables- también nos ayudan a aprender, a madurar. Los conflictos, entonces, no hay que resistirlos ni negarlos, solo aprender a gestionarlos con eficacia.
     En esta entrada proponemos la gestión de los conflictos a través de la comunicación. Es posible que conozcáis y utilicéis otras fórmulas. Todo lo que funcione, se mantiene. De todos modos, os recomendamos que echéis un ojo a estos modelos. Nunca está de más tener herramientas nuevas o recordar las que ya tenemos pero hemos dejado de utilizar sin saber muy bien por qué.
     Varias lecturas y talleres que estamos realizando con adolescentes y también con adultos nos han inspirado la siguiente infografía:


     Esperemos que os sirvan de ayuda. Uno de los libros que más nos ha servido para su elaboración es el práctico Cuaderno de ejercicios de gestión de los conflictos de Patrice Ras publicado por la editorial Terapias Verdes.

domingo, 8 de enero de 2017

¿TE CONOCES? ¿TE VALORAS? ¿CONFÍAS EN TI MISMO?

    Con el nuevo año os propongo unas cuestiones y planteamientos. Seguro que no es la primera vez que los escucháis, pero os pido que os paréis y reflexionéis en cada uno de los puntos. Después, plantead entre uno y tres objetivos concretos para el año con las conclusiones que hayáis extraído. ¿Aceptáis el reto?

*      ¿Dedicas más tiempo a pensar en las cosas negativas que te suceden que en las cosas buenas? No quiere decir que ignores tus problemas o niegues aquello que no te gusta. Significa que tú decides en qué te fijas más.

*      Cuando te miras al espejo… ¿Observas más lo que más te gusta de tu rostro o te centras en “imperfecciones” como una espinilla o una pequeña cicatriz? Prueba a cambiar la perspectiva y reconocer tus rasgos más hermosos.

*      ¿Agradeces lo que tienes, aunque estés empleando parte de tu vida en conseguir algo más (mejores relaciones, mejores calificaciones, mejores resultados…. 

*      ¿Te sientes culpable por tus errores? Equivocarse es humano. Asume tus errores, aprende de ellos, pero no te castigues. 

*      ¿Reconoces tus virtudes? ¿Sabes lo que te gusta? ¿En qué aspecto de ti mismo recibes más halagos? Fortalece tus puntos fuertes porque estos son los que te llevarán a conseguir lo que quieres y a superar los baches.

*      ¿Conoces tus defectos? ¿Crees que solo tú los tienes? No se trata de ser soberbio, pero sí realista, por cada defecto seguro que tienes dos virtudes. Tu reto es averiguar cuáles son y que te ayuden a vencer tus puntos débiles.

*      ¿Te rindes fácilmente? ¿En todo? Desafía tus límites verás que siempre eres capaz de más de lo que creías y, además, verás todo lo que se aprende por el camino.

*      ¿Te comparas con otros? ¿Te crees mejor o peor? Compararse con los demás es apostar contra uno mismo.  Cada uno de nosotros es único e irrepetible, lo dice la ciencia.

*      ¿Te criticas constantemente por tu aspecto, tus errores, tus miedos…? ¿Te hablas mal a ti mismo?  Prueba a cambiar de táctica y verás que todo va mejor.

*      ¿Aceptas los cumplidos? ¿Aceptas las críticas? Escucha lo que los demás tienen que decir y agradécelo. Una crítica sólo es una opinión que puede estar más o menos equivocada.

*      Sé tú mismo. Eres una combinación única y original. Descubre lo que tienes que aportar, que solo tú puedes aportar, a tu propia vida, a los de tu alrededor, al mundo.  



viernes, 23 de diciembre de 2016

A PROPÓSITO DEL HYPERPARENTING

     Las mejores intenciones y la búsqueda de la mejora puede llevarnos a los educadores al exceso. En nuestra opinión eso es lo que ocurre con tendencias como el hyperparenting que conduce a los padres a confundir estar informados y ofrecer a los hijos estímulos que favorezcan el aprendizaje y el crecimiento con ser padres que lo sepan todo y que crían hijos perfectos. Querer alcanzar la perfección, creer que se puede abarcar todo es agotador.
     Alvin Rosenfeld y Nicole Wise definen hyperparenting como el estilo de crianza que "sobre enriquece" el ambiente en el que crece el niño de manera que sus actividades tienen que estar perfectamente "agendadas" para que les dé tiempo a hacer todo aquello que se considera necesario para su máximo desarrollo. Los padres y los niños acaban exhaustos.
     La educación tiene como objetivo final conseguir que nuestros educandos se conviertan en seres independientes, autónomos, que sean conscientes de sus fortalezas y debilidades y busquen su propio desarrollo para su felicidad. La presión y el cansancio no favorecen la curiosidad por aprender y por desarrollar las propias habilidades. Si un niño no tiene tiempo de jugar, no va a descubrir qué es lo que realmente le gusta ni en qué es bueno ni cómo puede conseguir las cosas por sí mismo... Si un niño tiene que cumplir exactamente todo lo que le marcamos puede sentirse presionado para no fallarnos a nosotros en vez de hacer las cosas para él. Si le solucionamos todo pensará que siempre habrá alguien que resuelve los problemas y no buscará la manera de hacerlo.
     Y, ¿qué hacemos? Pensemos, utilicemos el sentido común, seamos equilibrados. ¿Qué os parece las siguientes propuestas?:
  • Somos responsables. Cuidamos de nuestros hijos lo mejor que sabemos sin olvidar que nosotros somos los adultos. Buscamos el equilibrio entre la sobreprotección y el abandono.
  • Somos respetuosos con nuestros hijos y con nosotros mismos. Los niños necesitan que tengamos en cuenta sus tiempos y sus necesidades. Nosotros también las tenemos y hemos de cuidarnos para que nuestra salud y nuestro estado de ánimo nos permitan seguir dando lo mejor a nuestros hijos.
  • Priorizamos según nuestra escala de valores. Si no se puede hacer todo, habrá que elegir qué es lo mejor en lo que podemos invertir.
  • Escuchamos a nuestros hijos. Les enseñamos a expresarse, a pensar.
  • Damos espacio y proporcionamos autonomía. Dejamos que hagan las cosas que pueden hacer por sí mismos y, también, les abrimos el espacio que necesitan como individuos.
  • Ponemos límites. Escuchar no significa que los niños o tengan que conseguir todo. Ejercemos como padres responsables cuando les marcamos hasta dónde pueden llegar, les aportamos seguridad y estabilidad.
     Por último, no olvidamos que no somos infalibles y que nuestros hijos no necesitan la perfección.  Nos necesitan a nosotros, necesitan que los acompañemos. Y no olvidamos que lo hacemos lo mejor que podemos.


domingo, 25 de septiembre de 2016

MINDFULNESS PARA MAYORES

     Alguien me preguntó por los beneficios de la práctica de la atención plena para los mayores. Respondí que los mismos beneficios. Sin embargo, esa persona me hizo notar que igual que se trabaja la meditación de una manera específica en los niños y en los adolescentes, también se podría hacer algo dirigido a las personas de mayor edad.
     Me he puesto a trabajar en ello y, aunque no hay mucha bibliografía al respecto, creo que se pueden hacer muchas cosas. Me ha llamado la atención la experiencia del doctor Salvador Casado el respecto.
     De momento, os dejo este gráfico. Espero que os sirva.



sábado, 24 de septiembre de 2016

MINDFULNESS EN EL PUEBLO

    Situar la práctica de la atención plena en la naturaleza es un gran acierto. Compartir con personas interesadas en ella, en la meditación en general, en mejorar su vida y la de los que tienen alrededor... eso es un lujo.
     Este lujo lo vivimos este verano en el pueblo de Luzaga (Guadalajara) donde tuvimos la oportunidad de realizar un pequeño taller con todos aquellos que sintieron curiosidad y quisieron acercarse junto al río. Allí expusimos lo que significa Mindfulness, cuáles son sus beneficios y cómo se puede empezar a practicar. Allí disfrutamos de un espacio tranquilo y hermoso en el que aquietamos nuestros pensamientos y preocupaciones para concentrarnos en el momento y estar presentes.
     Muchas de esas personas me agradecieron el taller y desde aquí les agradezco a ellos su participación enriquecedora y deseo que la atención plena les aporte un poco más de bienestar a sus vidas.
     ¡Gracias a todos y hasta la próxima!
     

miércoles, 25 de mayo de 2016

EL PODER DE LAS PREGUNTAS


     Decimos, a menudo, que queremos que los niños y los adolescentes piensen. No son pocas las veces que nos escandalizamos porque vemos lo obvio de sus errores, de sus acciones o inacciones, y espetamos un "¿Es que no piensas?"
     Especialmente en esta época de final de curso, los estudiantes sufren nuestro asedio en cuanto a lo poco que utilizan su cabeza para cosas que nosotros consideramos interesantes, importantes o imprescindibles. Sabemos que luego se lamentarán si no nos hacen caso, así que les repetimos una y otra vez lo que tienen que hacer.

     Quizá, solo quizá, podríamos pensar por un momento en que nuestra motivación nos pertenece a nosotros, no a ellos. Si queremos que encuentren las suyas les tenemos que hacer pensar a ellos. Un buen estímulo para conseguirlo es la pregunta. En lugar de ponerlos a la defensiva con una ristra de cosas de deben hacer y no hacen, recriminaciones o amenazas, podríamos plantearnos llevarlos a nuestro terreno. Nuestro terreno es el terreno de los que nos preocupamos por su futuro y sus intereses, así que deberíamos estar en el mismo bando.
     Digo que las preguntas son poderosas porque:
  • Nos acercan a nuestros hijos o alumnos. "¿Cómo llevas...?", "¿Qué es eso que tanto te cuesta?", "¿Cómo podría yo ayudarte?"
  • Consiguen que se tengan que plantear las cosas, que piensen, que busquen alternativas y soluciones: "¿Cómo puedes conseguir...?", "¿Con qué opciones/recursos cuentas para...?", "¿Qué necesitas?"
  • Hacen que los jóvenes sientan que se tiene en cuenta su opinión: "¿Qué quieres hacer al respecto?" De este modo, se responsabilizan.
  • Despiertan su curiosidad.
  • Favorecen su autoconcepto y la motivación intrínseca. Con este tipo de emociones están preparados para aprender.
  • Predisponen a la colaboración.

     No se trata de preparar un interrogatorio y, por tanto, el tono ha de ser de interés sincero. Dejémosles tiempo para pensar y contestar. Si ellos no encuentran las respuestas que necesitan, proporcionemos la confianza para que nos pidan nuestra opinión. En ese caso, más que dar una respuesta rotunda y rápida, les podemos dar opciones -incluso las que son descabelladas pueden servirnos, porque ellos son jóvenes, pero no tontos y saben cuáles hay que descartar- y escuchar las suyas. Si algo no nos parece bien o adecuado a su edad, esperamos a que se expliquen y luego, con sinceridad, pero sin desprecio, les decimos lo que pensamos de ello y por qué.
     Si queremos que confíen en nosotros, evitaremos el sarcasmo o el "te lo dije" con el fin de que se sientan seguros. 
     Si somos capaces de plantearles las preguntas adecuadas abriremos su mente y conseguiremos que nos vean como aliados de lo que es su propia responsabilidad. Así la motivación será suya y podrán encontrar la manera de actuar en consecuencia.
     Esta es una de las herramientas del coaching educativo que nos puede ayudar a llegar a nuestros estudiantes de una forma más eficaz y afectiva.