domingo, 12 de julio de 2015

DEL ESTUDIO

    Como reflexión, proponemos en esta entrada un pequeño fragmento de una obra alejada de nuestros propósitos educativos en el tiempo y, en principio, en cuanto al tema general, ya que se trata de una obra jurídica. Alfonso X, el Sabio, en el siglo XIII define "estudio" y expone las condiciones en las que se tiene que dar en Las Siete partidas, concretamente, en la Segunda Partida, título 31:
Estudio es ayuntamiento de maestros y escolares, que es hecho en algún lugar con voluntad y con entendimiento de aprender los saberes [...]
De buen aire y de salidas debe ser la villa donde quieran establecer el estudio, porque los maestros que muestran los saberes y los escolares que los aprenden vivan sanos, y en él puedan holgar y recibir placer a la tarde cuando se levantaren cansados del estudio [...] Y otrosí decimos que los ciudadanos de aquel lugar donde fuere hecho el estudio deben mucho honrar y guardar a los maestros y a los escolares, y todas sus cosas;  
     En primer lugar, llama la atención que en la definición entre la palabra "voluntad" para el hecho del aprendizaje. Nuestras leyes educativas hablan de enseñanzas obligatorias y postobligatorias, no se habla nada de voluntad. No es que esté bien ni mal, solo hacemos notar la diferencia de tratamiento que puede tener repercusiones en el propio estudio.
     En segundo lugar, es igualmente curioso cómo se hace hincapié en las condiciones de trabajo de maestros y estudiantes y en la consideración que se debe tener hacia ellos.  El estudio es una tarea lo suficientemente importante como para que se legisle sobre ella, por supuesto; pero también, es digna de ser honrada, respetada, vigilada y defendida por el resto de la sociedad. Por la cuenta que le trae a la sociedad.
     Quizá la cuestión no sea tanto segregar a la población docente y a los estudiantes del resto, sino caer en la cuenta de que todos estamos en la senda de hacer crecer la sociedad en la que vivimos a través de una buena educación. Esta buena educación solo será posible con la implicación -"voluntad y entendimiento"- de los profesionales, bien tratados y acompañados en su trabajo por toda la comunidad educativa, la cual demostrará en esta línea su propia implicación y contribución.
     En esta entrada no hablaremos de lo que entendemos por "buena educación" ni de las consecuencias que puede tener en los estudios la falta de voluntad de estudiantes -y/o profesores-. Dejamos estos temas para más adelante.

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