jueves, 10 de septiembre de 2015

ASÍ AYUDAMOS A NUESTROS HIJOS A ESTUDIAR

     Ahora que comienza el nuevo curso, los padres queremos contribuir al éxito de nuestros hijos en sus estudios. ¿Cómo lo podemos hacer? 
     Hay múltiples acciones que mejoran la motivación de los estudiantes y que podemos hacer desde casa. Proponemos algunas sencillas:
  • Cuidemos la alimentación de nuestros hijos para que tengan energía durante todo el día. Y no olvidemos que una buena hidratación es fundamental para afrontar el estudio.
  • Ayudémosles a centrarse en lo que están haciendo. Cuando estudien, que estudien. Expliquémosles que, si aprovechan bien el tiempo de trabajo en casa, después tendrán más tiempo de ocio. Fomentaremos este punto si les enseñamos y animamos a utilizar:
    • Técnicas de atención y concentración (mindfulness u otras técnicas de respiración, ejercicios cruzados de gimnasia cerebral...)
    • Planificación para el control de tiempos. Podemos animar a los más pequeños a sugerirnos a los padres qué cosas les gustaría hacer cuando acabaran sus tareas y realizarlas con ellos. Si no podemos cumplir algo el mismo día, pactamos previamente cuándo lo llevaremos a cabo, por ejemplo, el fin de semana o durante unas vacaciones más largas si ellos cumplen con sus responsabilidades. Los mayores pueden organizarse sus tiempos de trabajo y de ocio, mientras los padres simplemente supervisamos. Para fomentar su autonomía, pero manifestar nuestro interés, les preguntamos por su trabajo en el instituto o en el colegio, por las tareas que les quedan para casa, los trabajos que tienen que ir haciendo en qué consisten y cómo se sienten, y ofrecer nuestra ayuda si la necesitan.
    • Elección de un espacio de trabajo adecuado.
  • Contribuyamos a que creen un proyecto real y propio para el curso. Hagamos que se ilusionen con todo lo que van a aprender y que vean la utilidad de esos aprendizajes en su vida. Consigamos un seguimiento del proyecto para que mantengan la motivación durante la tarea hasta que finalice el curso y vean que sus propósitos se han cumplido. Los proyectos siempre se tendrán que basar en sus intereses personales por lo que se les pueden dar distintas formas para que sean más atractivos: historia del curso, diario, programa de entrenamiento, cuaderno de viaje, la fábrica de los conocimientos...
  • Hablémosles de la paciencia, de la constancia y del esfuerzo. De que no hay que tener miedo al fracaso y que hay que hacer las cosas, quizá más de una vez para que salgan bien. Se aprende de los errores, así que no les castiguemos por equivocarse, más bien animémosles a encontrar la enseñanza que deben sacar de dicha equivocación.
  • Contemos nuestras experiencias como estudiantes a nuestros hijos, no para que las copien, sino para que tengan ejemplos y sepan que nosotros también pasamos por lo mismo.
     Seguro que vosotros tenéis un montón de propuestas que podéis comentar aquí. 

¡FELIZ CURSO!

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